Todos hemos oído hablar del diseño web adaptable (o responsive design). Lo que comenzó siendo una tendencia hace apenas unos años hoy en día se ha convertido en un requisito de obligado cumplimiento para cualquier sitio web.
¿El motivo? Que el mercado no para de lanzar nuevos dispositivos electrónicos de todos los tamaños y resoluciones. Por ese motivo, muchas webs no se visualizan correctamente en algunos terminales. El diseño responsive se presenta como una de las principales soluciones a este problema, garantizando un acceso idóneo con independencia del tipo de hardware que se esté empleando.
El diseño web más avanzado debe integrar estas funcionalidades, para poder adaptarse a todo tipo de pantallas y resoluciones. En definitiva, se trata de favorecer la visualización del sitio en cuestión, sin que importe el terminal o dispositivo desde el que se acceda a él.
Ventajas y desventajas del diseño web adaptable
Las ventajas del diseño web adaptable son indudables: la técnica favorece el acomodo a las distintas resoluciones de terminales inteligentes. Las columnas o imágenes se redimensionan automáticamente, en función de las necesidades de cada pantalla. De esta manera, se logra una ergonomía impecable manteniendo inalterada, al mismo tiempo, la calidad del contenido.
La flexibilidad del diseño adaptativo es una solución estratégica idónea para el largo plazo. Permite agilizar y simplificar las respuestas a las búsquedas, mostrando a los usuarios de dispositivos móviles únicamente, los aspectos más adecuados o representativos. Una vez implementado, el responsive design sólo requiere pequeños mantenimientos, que resultan mucho más económicos que el desarrollo de un sitio móvil específico.
Este tipo de diseño web fluido garantiza el mantenimiento de un único código fuente HTML y URL, con los beneficios que ello conlleva. La falta de rigidez de la técnica se manifiesta en la visualización automática de la web adaptada a la pantalla que se esté empleando, sin preguntar al usuario cómo desea realizar la navegación.
El diseño web adaptativo también posee ciertos inconvenientes. El principal está relacionados con el tiempo de descarga (respecto a una web exclusiva para móviles o una app). El redimensionamiento y acomodo de imágenes al tipo de pantalla provoca un aumento en el tiempo de espera.
Adentrándonos más en el diseño web flexible nos encontramos con el diseño web adaptativo con asistencia de servidor. En este caso, los códigos CSS y HTML específicos y optimizados para cada tipo de terminal se guardan en los servidores. Éstos detectan el dispositivo desde el que está accediendo el usuario y, de manera automática, se despliega el código con la resolución oportuna.
Con la llegada de los smartphones, muchos pensaron que las apps serían el único software a emplear en dispositivos pequeños. Quizás sea la mejor solución para aquellos sitios a los que los usuarios entran con frecuencia (como, por ejemplo, Facebook o Twitter), pero los usuarios también utilizan los navegadores en busca de información. No olvidemos que, tal y como vimos en este artículo, el coste de desarrollar una aplicación exclusiva para móviles es muy superior al de adaptar la página web a estos dispositivos.
Por tanto y aunque tarde, las empresas se han dado cuenta de la importancia de implementar diseño web fluido, para que sus contenidos se visualicen correctamente en cualquier tipo de terminal electrónico.
En un mundo digital y multidispositivo como el nuestro, el diseño web adaptativo puede ser la regla de oro, tal y como reconoce el propio Google. Son muchas sus ventajas y algunos los inconvenientes, pero asegura siempre una correcta visualización y el mantenimiento de la calidad del contenido original.
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