La Universidad potencia el ‘m-learning‘ como herramienta de trabajo y estudio.
El catálogo de la biblioteca, las notas del último examen y los apuntes, al alcance del dedo.

Consultar el catálogo de libros de la biblioteca, recibir las notas del último examen de Derecho, solicitar en reprografía la impresión del temario de Álgebra Lineal y Geometría Euclídea e, incluso, estudiar o tomar apuntes. El mundo es esa aldea global en la que 7.197 millones de personas tienen ya en sus manos más de 7.220 millones de dispositivos móviles y en la que los universitarios han hecho de éstos una de sus principales herramientas de trabajo.

La omnipresencia de ‘smartphones‘ y tabletas en la vida, en general, y en la de los más jóvenes, en particular, es más que una realidad. España es uno de los primeros países en el uso de internet en el móvil, por detrás de Luxemburgo, Suecia, Noruega y Dinamarca. Su incorporación a la dinámica de los campus españoles está provocando que la comunidad universitaria se alíe con ellos para explotar todas sus posibilidades, redibujando así el panorama educativo y alterando su tradicional naturaleza.

“La mayoría de universidades ya están aprovechando los dispositivos móviles (smartphones, tabletas, lectores digitales, reproductores de audio…) para ofrecer una nueva vía de acceso a sus plataformas de ‘e-learning’ y a sus servicios educativos más habituales: acceso a las aulas, leer o escuchar los materiales del curso, recibir y enviar actividades, consultar notas o realizar trámites administrativos”, explica Santi Caballé, profesor del Departamento de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Oberta de Cataluña.

Caballé no duda en tildar la incorporación de estos dispositivos como una “pequeña revolución” y considera que su disponibilidad, características de portabilidad y ubicuidad están “cambiando los hábitos y pautas de conducta de todos los actores implicados en la enseñanza-aprendizaje”.

Así, según un estudio elaborado por Tuenti Móvil e Ipsos, compañía referente en investigación de mercados, el 40% de los jóvenes utiliza ya el móvil para estudiar e intercambiar apuntes con compañeros de clase. Un tendencia avalada por otro estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPC), que revela que las visitas desde dispositivos móviles a su plataforma ‘e-learning’ crecieron un 23% entre el curso 2009-2010 y el 2012-2013 y que el 75% de sus alumnos utiliza tabletas y móviles con fines de aprendizaje.

2015, el año de la conversión digital
“Hemos comprobado, además, en otro estudio reciente, que más del 20% de los profesores se vale ya de móviles o tabletas para dar clase y un 80% permite a sus alumnos utilizar estos dispostivos en el aula”, revela Fernando López, profesor del Departamento de Métodos Cuantitativos e Informáticos de la UPC y uno de los autores del estudio.

En España, los recortes en materia de Educación impiden la investigación en este ámbito y la imprescindible formación de los docentes. No ocurre lo mismo en Corea del Sur, cuyo Ministerio de Educación tomó en 2011 la decisión de invertir 2.400 millones de dólares para desterrar los libros en papel y sustituirlos por tabletas. En 2015, la conversión digital será plena.

Aunque la evolución en los últimos cinco años es notable, “es difícil imaginar un cambio rápido y masivo hacia el ‘m-learning’ -así se denomina el uso de dispositivos móviles con fines educativos-“, indica Caballé.

Aun así, cada vez aparecen más iniciativas informales, de profesores individuales y pequeños equipos docentes de los primeros ciclos, que experimentan con tecnología móvil en su clase por su propia curiosidad.

Tal y como señalan ambos expertos, los principales retos que debe afrontar la Universidad dentro de este ámbito tienen que ver con la formación de los propios docentes para ser capaces de explotar todas las posibilidades de la tecnología móvil. “Desde el punto de vista de las universidades, existen sistemas adaptados para el uso del móvil, pero lo que hace falta es que se fomente entre el profesorado como una herramienta útil. Hay profesores que son muy reacios”, lamenta López.

Aplicaciones con ‘punch’ en las aulas
‘Apps’ que evitan la distracción durante las horas de estudio como ‘SelfControl for Study’; otras que organizan tu calendario de actividades, gestionan y ordenan exámenes como ‘iStudiez’; e incluso, algunas que favorecen el estudio a través de mapas conceptuales y apuntes de diverso tipo. El ‘universo app’ tiene recursos para todos los ámbitos de la vida. La Universidad no iba a ser una excepción teniendo en cuenta que son los jóvenes los que un mayor uso realizan de ‘smartphones’ y tabletas en la actualidad.
#LaAnet

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