Volver la vista atrás no siempre es lo mejor. Hay quien se atreve a decir que, ahora mismo, en medio de una crisis económica tremenda y aprovechando la coyuntura, rememora regímenes poco sanos ¿Se vive peor que hace 20 o 30 años? Habría que hacer un estudio concienzudo y comparativo de salarios, impuestos, tipos de interés, servicios sociales, derechos civiles, etc, para establecer las conclusiones correctas.
Lo que es evidente es que en algo sí hemos avanzado: en la informática. Sin embargo, como nostálgicos de todo hay en la viña del señor, también existen aquellos que le encuentran un punto especial a aparatos que entonces eran pioneros en lo de las nuevas tecnologías, sin saber si hace 35 años se usaba este término.
Hoy toca echar un vistazo al recuerdo de los Spectrum, que podríamos definir como la primera consola de vídeo juegos de la era moderna, aunque en realidad fue el precursor de los ordenadores domésticos. Tener un Spectrum en los años 80 (el primero salió a la venta en 1982) era sinónimo de ‘glamour estudiantil’, de estar a la última, de llevarse de calle a los amigos.

Su peculiar ruido
Supongo que a las madres no les haría tanta gracia porque, al fin y al cabo, en una habitación se reunía un grupo de preadolescentes para jugar horas y horas alrededor del nuevo dios Spectrum. Y todo jalonado con ese ruido peculiar de la carga de los juegos a través del sistema de casette ppiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiijjjjjjjjjjjjjjjrrrrrrrrrrrrrrrrr ppppppppppppppiiiiiiiiiiiiii paaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrrrr aaaaaaaaaaaajjjjjj jjjjjjjjjjjjjjjiiiiiiiiiiiiirrrrrroooooo pppppppiiiiiiiiii (puedes rememorar aquí el ruido y recordar viejos tiempos) y así unos cuantos minutos (para cargar un juego de 48kb tardaba más o menos cuatro minutos).
Cabe aclarar, antes de nada, una cosa. No era Spectrum ‘a secas’ sino ZX Spectrum. Además, y aunque parezca que fue el primero de esas características en salir al mercado conocido, en realidad antes aparecieron el ZX80 y el ZX81, también de Sinclair y precursores de los que hoy nos ocupan.
Quién no recuerda aquel reproductor de casette enchufado a la tv y teclado. Y qué decir de los juegos, los gráficos que utilizaban, con su sistema de vídeo que era capaz de mostrar una matriz de ¡256×192 pixeles! Y la aparición de colores a su manera, porque únicamente alcanzaba un resolución de color de 32×24. Se servía como sistema de almacenamiento de la mencionada cinta de casette de audio normal y corriente.

Las evoluciones del Spectrum
Del ZX Spectrum se avanzó al Plus (con ampliación de memoria de 16Kb y mejor ventilación incluidas). De ahí se subió un escalón más que importante al llegar en 1985 el ZX Spectrum 128.
Lo definitivo, para bien y para mal, llegó con la compra de Sinclair por parte de Amstrad un año más tarde que dio al que muchos consideraron la evolución definitiva, al incorporar a la carcasa del teclado ¡la unidad de casette! Era el ZX Spectrum 128 + 2; luego el + 3 (con disquetera), para acabar con el +2 A/B.
Lo dicho, quizás porque ya no quedaba más sitio para incorporar más letras a los modelos que salían al mercado, o porque empezaron a aparecer los ‘artilugios’ a 16 y 32 bits, Amstrad empezó a retirar entre los años 91 y 92 los Spectrum del mercado.

Fenómeno en la actualidad
En la actualidad, como sucede con otras muchas cosas, hay quien ha decidido recuperar sus Spectrum y en los últimos años han surgido clubes de fans y foros en los que intercambiar impresiones (os recomendamos www.elmundodelspectrum.com para conocer todo lo relacionado con estos aparatos).
Sin duda, estos ordenadores marcaron una época y a una generación. A saber cuántos de los que jugaban entonces son hoy ingenieros informáticos precisamente por aquellos Spectrum.
Echando la vista atrás, muchos recordarán aquellos teclados quien sabe si con nostalgia… hasta que el ruido de la carga de los juegos vuelve a golpear con fuerza (y siempre con la incertidumbre del fallo tras minutos de ruido).

 

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