España es uno de los países con mayor penetración de smartphones de Europa. Pero por lo visto, se nos acumulan los dispositivos viejos.

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Según las estimaciones, dos terceras partes de los móviles usados en nuestro país, más de 1.000 toneladas, terminan olvidados en el cajón de particulares o empresas, o en el cubo de la basura. Esta última opción es peor porque pondría en riesgo el medio ambiente, ya que los móviles contienen materiales como el cobre, oro o coltán que acabarían directamente en el entorno natural.
Las nuevas tecnologías de reciclaje permiten recuperar una gran parte de los materiales con los que se construyen estos dispositivos electrónicos. Sin embargo, solo un tercio de los españoles les daría una segunda vida útil, según ha advertido la empresa española DXM.
Durante los últimos años, los españoles han comprado de media entre 15 y 20 millones de teléfonos móviles al año, cifra que subiría hasta los 1.700 millones en todo el mundo. Solo en España, este dato se traduciría en más de 1.500 toneladas de dispositivos electrónicos que llegan a las manos de los consumidores cada año. A esta suma habría que añadir todo el stock de teléfonos nuevos que se encuentran en los almacenes de los comercios y que no llegan a manos de los clientes finales debido al lanzamiento de nuevos modelos.

“Todos los usuarios disfrutamos de las ventajas de los smartphones actuales, pero debemos ser conscientes de que nuestra responsabilidad es ser respetuosos con el medio ambiente”, ha comentado David Nalban, Director de Compras de DXM. “Por ejemplo, con cada millón de terminales reciclados se puede recuperar más de 1,5 toneladas de cobre.”
España es uno de los países con mayor ratio de smartphones por habitante y uno de los que menos móviles usados tienen una segunda vida útil. Se calcula que la vida útil de los actuales smartphones está entre 18 y 24 meses, lo que significaría que cada año millones de terminales terminan olvidados en cajones o en la basura.
Una forma de conseguir dinero extra
Debido a la actual situación económica, la venta y reciclaje de terminales usados no solo es una forma de colaborar con el medio ambiente, sino que cada vez más usuarios y empresas recurren a esta solución para conseguir un dinero extra.
Los millones de teléfonos usados que los usuarios y empresas españolas guardan en los cajones estarían valorados en millones de euros, lo que podría suponer una fuerte inyección económica en el mercado.
“Hemos observado que cada vez hay más empresas que acumulan un fuerte stock de teléfonos usados”, ha añadido Nalban. “Una empresa de tamaño medio podría ahorrarse cientos o miles de euros reutilizando sus móviles antiguos”.
A estos teléfonos, se les podrían unir todos los terminales sin estrenar que no llegan a manos del usuario final debido al lanzamiento de modelos más modernos y que en muchos casos encuentran una segunda vida en países en desarrollo.
“La rapidez del mercado hace que, en muchos casos, los móviles que ya no encuentran compradores en países más avanzados, pueden tener un hueco en países en vías de desarrollo”, ha concluido Nalban. “Con esta opción minimizamos el impacto en el medio ambiente, al tiempo que abrimos nuevas vías de negocio para los comercios.”
[Via El Confidencial]

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