Diseñan un generador ligero y flexible
Algunos enloquecen con cada nueva presentación mientras que otros mantienen el escepticismo y aseguran que todavía no ha llegado su momento, pero entre unos y otros el sector de los wearables o tecnología vestible crece y se va perfeccionando, puliendo detalles de usabilidad y diseño para convencer al público que de estos dispositivos vendrán a hacerles la vida más fácil.
Uno de los aspectos clave será sin duda su batería. Un reloj, una pulsera o unas gafas que han sido diseñados para llevarse encima con cierto estilo no pueden permitirse ser aparatosos o incómodos, con un diseño torpe o directamente feo. Pero si su batería no está a la altura del intenso uso que prometen los fabricantes, los usuarios nunca terminarán de estar convencidos. Proveer de energía de forma estable, suficiente y segura es una de las cuestiones críticas a la hora de comercializar estos productos.
Energía térmica barata y accesible
Un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzadas de Korea (KAIST por sus siglas en inglés) ha dado un paso hacia la solución de esta problemática, y lo ha hecho recurriendo a una fuente de energía constante, barata y cercana a estos dispositivos: el calor corporal. Si el cuerpo de cualquier usuario presenta de media entre 10 y 15 grados más que la temperatura ambiente, ¿por qué no aprovechar esa energía?
calor
El equipo del profesor Byung Jin Cho ha desarrollado un generador termoeléctrico que es extremadamente ligero y flexible y que produce electricidad a partir del calor del cuerpo humano. Gracias a sus propiedades, puede adherirse a la piel y seguir sus movimientos sin perder eficacia y sin disminuir su capacidad.
Los generadores termoeléctricos no son ni mucho menos un concepto nuevo. Hasta la fecha se han utilizado dos clases distintas de estos dispositivos: los primeros basados en materiales orgánicos y los segundos en materiales inorgánicos.
Los generadores termoeléctricos basados en materiales orgánicos utilizan polímeros que son muy flexibles, por lo que son compatibles con la piel y en principio ideales para combinarlos con gadgets vestibles. Estos polímeros, sin embargo, tienen una salida energética bastante baja. Los generadores termoeléctricos basados en materiales inorgánicos solucionan este problema, puesto que su producción de energía eléctrica es muy alta, pero a cambio resultan pesados, son rígidos y bastante aparatosos, ya que van equipados con una carcasa, normalmente de aluminio o de cerámica, que contiene esos componentes.
Materiales ‘impresos’ sobre tela de cristal
El equipo de Cho diseñó un nuevo proceso para construir estos generadores que minimizan la pérdida de calor y maximizan la salida de energía eléctrica como resultado. Lo que hicieron fue sintetizar en forma de pastas semilíquidas los elementos termoeléctricos utilizados en estos generadores, y luego los emplearon, como si fuesen tinta, para imprimir con ellos sobre una pequeña pieza de cristal flexible, como si ésta fuese papel o tela.
Los materiales termoeléctricos permearon a través de la lámina de cristal, formando finas capas de apenas unos cientos de micras. El resultado era una dispersión perfectamente diseñada de puntos termoeléctricos en una lámina transparente y flexible.

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