Los estudios sobre calidad laboral colocan a los gigantes tecnológicos a la cabeza. No todo son halagos, esta industria es criticada por el tratamiento a sus empleados. La extrema competitividad se convierte en uno de los puntos negativos de estas empresas.

Pasan por ser varias de las mejores empresas del mundo. No hay ranking del tipo ‘los mejores sitios para trabajar’ en los que varias de ellas no aparezcan cada año. Si a eso le unimos la innovación innata que traen consigo, los gigantes tecnológicos mundiales se perfilan como las empresas ideales para muchas de las personas que buscan trabajo.

Buenos sueldos, oportunidades de promoción, pertenencia a empresas punteras… Todas tienen también sus sombras, evidentemente, peor, en cualquier caso, compañías como Google, Apple, Facebook, Twitter o Amazon se presentan para el común de los mortales como empresas que mejoran (y de qué manera) cualquier CV.

Entre las mejores empresas para trabajar (¿O no?)

Como decimos, basta con darnos una vuelta por los diversos estudios sobre calidad laboral para observar que los gigantes tecnológicos siempre aparecen en los primeros puestos. Es el caso del informe Great Place to Work, que sitúa a Google como líder mundial y a compañías como Microsoft o eBay entre los 25 primeros puestos.

También ocurre con el estudio Best Places to Work, elaborado por la consultora Glassdoor, en cuyo liderazgo repite Google. Y, si nos fijamos en el ranking tecnológico, observamos a Facebook en tercer lugar, a Apple en el séptimo y a LinkedIn en el octavo, entre otros.

Pero, ¿es esa la sensación que tienen los aspirantes a trabajadores de estas empresas? ¿Realmente consideran que son las mejores para desarrollar su carrera? Parece evidente que sí, y así lo demuestra un estudio elaborado por LinkedIn en el que revela las empresas más demandadas por sus usuarios a la hora de buscar un nuevo empleo: a la cabeza, para variar, está Google, seguida de Apple, Amazon y Facebook.

La contraparte: desigualdad, competencia extrema..
Sin embargo, no todo parecen halagos para las grandes compañías tecnológicas de nuestro tiempo, ya que han sido varias las veces que la industria tecnológica ha sufrido diversas críticas en cuanto al tratamiento a sus empleados en según qué aspectos. Y es precisamente uno de sus mayores genios el que más críticas ha recibido: Steve Jobs. De él se ha dicho de todo: que era un visionario, que entendía la mente del usuario como nadie, que aplicó un barniz de creatividad a una industria sobria… pero su evidente e indiscutible genialidad contrasta también con la visión medianamente generalizada que existe sobre su forma de tratar a los empleados: jornadas maratonianas, presiones internas, estrés...

En general, parece que la extrema competitividad en este tipo de empresas se convierte en uno de los puntos negativos de las mismas. Y es que, si no sirves para competir en según qué condiciones, quizá no estés hecho para este trabajo. Últimamente el foco de la polémica se ha puesto en las condiciones laborales de las mujeres, que parecen verse ligeramente apartadas de este entorno. El último ejemplo ha sido la propuesta de Apple y Facebook a sus empleadas: congelar sus óvulos (a cargo de la empresa) para evitar un posible embarazo que ‘estanque’ la progresión de su carrera. Una medida que recibió tantos elogios como críticas.

‘No pidáis un aumento, confiad en el karma
Pero no es la única vez que el sector ha sembrado la polémica en torno a sus trabajadoras. En octubre de 2014, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, acudió a la Grace Hopper Celebration of Women in Computing, un evento en el que, ante cerca de 800 mujeres, Nadella quitó hierro a la desigualdad salarial entre sexos sugiriendo a las mujeres que, en vez de pedir un aumento de sueldo, trabajasen duro y confiasen en que el ‘karma’ les acabe dando ese aumento a medida que sus carreras progresen.

Un mensaje muy duro y por el que Nadella tuvo que disculpar disculpas de manera casi inmediata, pero que parece revelador. La propia Apple reconoce en su web que solo el 30% de su plantilla son mujeres , un porcentaje muy similar al existente en compañías como Twitter, Facebook, Google, Yahoo y LinkedIn.

Los ‘esclavos de Amazon’
El rey del comercio electrónico, Amazon, tampoco escapa de acusaciones, aunque en su caso las condiciones leoninas no afectarían a su ‘músculo duro’, sino a la mano de obra. En febrero de 2013, la cadena pública alemana ARD emitió ‘Esclavos de Amazon’, un documental que denunciaba las condiciones de semiexplotación laboral de los más de 10.000 empleados de los almacenes que la compañía tiene en Alemania.
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Pasan por ser varias de las mejores empresas del mundo. No hay ranking del tipo ‘los mejores sitios para trabajar’ en los que varias de ellas no aparezcan cada año. Si a eso le unimos la innovación innata que traen consigo, los gigantes tecnológicos mundiales se perfilan como las empresas ideales para muchas de las personas que buscan trabajo.

El ingrediente imprescindible: talento
Ante esta compilación de ejemplos, cabe hacerse una pregunta: ¿responden a una tónica general? ¿Son habituales? ¿No estaremos recopilando una serie de criticables anécdotas aisladas? Si tantos inconvenientes tiene trabajar en estas empresas, ¿por qué todo el mundo sueña con entrar en ellas y, una vez dentro, no suele cambiar?

Es complicado dar una respuesta. Sin embargo, hay una cosa evidente: salvo raras excepciones, este tipo de compañías suelen ser el hábitat perfecto para los grandes cerebros, cuya concepción del mundo y de la creatividad suele ser acorde al de la empresa. Por eso siempre han sido famosos los enigmáticos procesos de selección a la hora de contratar nuevo talento. Unos procesos que se mueven entre las certezas y las meras leyendas urbanas, pero que, en cualquier caso, sí pueden presumir de alejarse de todo comportamiento típico que hayamos visto en otras entrevistas de trabajo.

En este sentido, el campeón indiscutible parece ser Google, cuyos procesos de selección de personal son famosos por sí mismos. Complicados acertijos, preguntas estrambóticas, problemas imposibles de resolver… una serie de pruebas que evidencian que solo una de cada 130 personas que envían su CV a Google consigue entrar a trabajar.

Y lo cierto es que, en realidad, a Google (y a los demás) a lo mejor no le interesa la respuesta que des a las preguntas, ni siquiera que resuelvas el problema: “Estaba haciendo una entrevista por teléfono y me plantearon un problema matemático que ni Dios sabía resolver, pero la entrevistadora me dijo: «Piensa en voz alta, que yo te escuche»”, nos cuenta un español que en su momento aspiró a Google. Exacto, ahí parece estar la clave: lo que le interesa a una compañía creativa no es tanto tu respuesta, sino tu manera de buscarla: tu proceso mental, las preguntas que te haces… en definitiva, lo que Google quiere saber es cómo funciona tu mente. Y cómo va a funcionar cuando trabajes con ellos.

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